Pequeñas maravillas
Los que a diario nos vemos obligados a trabajar con sistemas operativos privativos anhelamos poseer aunque sea algo del poder que un sistema libre nos brinda. Es por esa razón que me he dedicado a detallar pequeñas y maravillosas piezas de software que resuelven en parte las frustraciones cotidianas.
¿Quién no ha tenido que lidiar con el abuso publicitario mientras navega en la web? Al menos yo, siempre me ha causado mucha indignación el descargar cosas que no quiero, asi como publicidad no deseada, sin olvidar los pesados flash y/o popups. Si sos de esos usuarios a los que esto no les preocupa, entonces saltá a la sección siguiente. El navegador web es una maquina boba que lo único que hace es interpretar y ejecutar el código html que recibe. Si el html le ordena que ejecute javascript lo hace sin chistar, y si recibe la orden de descargar archivos flash tambien lo hace. Esta peculiaridad ha sido explotada por las empresas publicitarias de manera despiada. Entonces: ¿Si un browser estandar acepta sin chistar cualquier orden, como podríamos defendernos de esto? La solución es el Proxomitron. Este programita me defiende eficientemente, al interponerse entre internet y mi navegador. El proxomitron se encarga de filtrar el html destinado a mi navegador. En la configuración del browser apunto el http al puerto 8080 en localhost, seteo el nivel de paranoia, y me lanzo a navegar sin miedo. El browser es un curioso intérprete que ejecuta solo las órdenes correctas, mientras que descarta aquellas que se encuentran mal escritas. Proxomitron se encarga de recibir el html, compararlo con reglas definidas, y en el caso de encontrar una similitud efectúa una sencilla pero efectiva modificación en el código html, desactivando la ejecución indeseada de "regalos". La potencia del proxomitron radica en que cualquiera con el suficiente conocimiento es capaz de escribir nuevas reglas. Sin proxomitron sencillamente no me animaría a navegar en la web, al menos en ambientes Ruindows.
Para aquellos que aman la consola y se sienten asfixiados con el DOS, existe UnxUtils, un port a Win32 de las herramientas mas usuales en Unix/Linux. Luego de instalar y de agregar el directorio al path ejecución, el usuario puede experimentar el poder de bc, bison, bzip2, diffutils, fileutils, findutils, flex, gawk, grep, gsar, gzip, indent, jwhois, less, m4, make, patch, recode, rman, sed, shellutils, tar, textutils, unrar, wget, which.
He hablado de filtros web y de herramientas portadas a Win32, pero aún no he dicho nada respecto del escritorio. En mi caso particular odio cualquier desktop de Ruindows, inclinándome por los mas minimalistas. Luego de buscar alternativas, me decidí por BBLean, un maravilloso y poderoso clon de Black Box. La transformación del desktop es radical, ya que desaparecen los íconos del escritorio (pueden volver a usarse incorporando un plugin).
BBlean: Sigue siendo Ruindows, aunque no lo parezca.
Lo más interesante es que Ruindows corre más rápido con BBlean.exe que con el explorer.exe. Su configuración es totalmente transparente y exige, como en el caso de Fluxbox, el estar dispuestos a configurar el escritorio a partir de archivos de texto.
Estas tres simples cosas me alegran el día, y por momentos me olvido que me encuentro trabajando en un odioso ruindows.
¿Quién no ha tenido que lidiar con el abuso publicitario mientras navega en la web? Al menos yo, siempre me ha causado mucha indignación el descargar cosas que no quiero, asi como publicidad no deseada, sin olvidar los pesados flash y/o popups. Si sos de esos usuarios a los que esto no les preocupa, entonces saltá a la sección siguiente. El navegador web es una maquina boba que lo único que hace es interpretar y ejecutar el código html que recibe. Si el html le ordena que ejecute javascript lo hace sin chistar, y si recibe la orden de descargar archivos flash tambien lo hace. Esta peculiaridad ha sido explotada por las empresas publicitarias de manera despiada. Entonces: ¿Si un browser estandar acepta sin chistar cualquier orden, como podríamos defendernos de esto? La solución es el Proxomitron. Este programita me defiende eficientemente, al interponerse entre internet y mi navegador. El proxomitron se encarga de filtrar el html destinado a mi navegador. En la configuración del browser apunto el http al puerto 8080 en localhost, seteo el nivel de paranoia, y me lanzo a navegar sin miedo. El browser es un curioso intérprete que ejecuta solo las órdenes correctas, mientras que descarta aquellas que se encuentran mal escritas. Proxomitron se encarga de recibir el html, compararlo con reglas definidas, y en el caso de encontrar una similitud efectúa una sencilla pero efectiva modificación en el código html, desactivando la ejecución indeseada de "regalos". La potencia del proxomitron radica en que cualquiera con el suficiente conocimiento es capaz de escribir nuevas reglas. Sin proxomitron sencillamente no me animaría a navegar en la web, al menos en ambientes Ruindows.
Para aquellos que aman la consola y se sienten asfixiados con el DOS, existe UnxUtils, un port a Win32 de las herramientas mas usuales en Unix/Linux. Luego de instalar y de agregar el directorio al path ejecución, el usuario puede experimentar el poder de bc, bison, bzip2, diffutils, fileutils, findutils, flex, gawk, grep, gsar, gzip, indent, jwhois, less, m4, make, patch, recode, rman, sed, shellutils, tar, textutils, unrar, wget, which.
He hablado de filtros web y de herramientas portadas a Win32, pero aún no he dicho nada respecto del escritorio. En mi caso particular odio cualquier desktop de Ruindows, inclinándome por los mas minimalistas. Luego de buscar alternativas, me decidí por BBLean, un maravilloso y poderoso clon de Black Box. La transformación del desktop es radical, ya que desaparecen los íconos del escritorio (pueden volver a usarse incorporando un plugin).
BBlean: Sigue siendo Ruindows, aunque no lo parezca.
Lo más interesante es que Ruindows corre más rápido con BBlean.exe que con el explorer.exe. Su configuración es totalmente transparente y exige, como en el caso de Fluxbox, el estar dispuestos a configurar el escritorio a partir de archivos de texto.
Estas tres simples cosas me alegran el día, y por momentos me olvido que me encuentro trabajando en un odioso ruindows.